Oslo (Noruega)
Oslo se sitúa al final de esta clasificación, siendo una de las mejores capitales europeas para pedalear. A esta ciudad noruega la atraviesan 327 km de carriles, lo que supone medio metro por habitante, con distancias cortas que recorren el centro urbano y sus zonas verdes.
Una de las rutas más populares es la que se extiende nueve kilómetros de este a oeste del paseo marítimo, donde se puede disfrutar de algunos de los edificios más famosos del país, como la Ópera de Oslo.
El Museo Vikingo o el Museo del Pueblo Noruego, tiene otra ruta, la que lleva a la península de Bygdoy, una senda ciclista que muestra, a lo largo de sus 7,5 km, una llanura salpicada de pastos y animales, cercana al bosque de Bygdoyskogen, que también cuenta con muchos caminos destinados a los amantes de los pedales.
Luxemburgo
La pequeña extensión de la ciudad y de la región no han sido un impedimento para formar a grandes ciclistas, como Charly Gaul o los hermanos Schleck, por lo que es fácil animarse a recorrerlo a dos ruedas.
Más allá de la capital, el país abarca 600 km de ciclovías y caminos, 700 km de rutas montañosas y otros tantos en camino.
Una de las rutas más famosas de Luxemburgo tiene 15 km y atraviesa parques, plazas y miradores de la ciudad, pasando por muchos de sus atractivos, como la Plaza Mayor, el Palacio Ducal o las murallas.
Aunque el transporte público gratuito se comenzó a implementar desde el año pasado, el atractivo de la bicicleta no ha decaído, sobre todo por su bajo coste y por su servicio abierto las 24 horas del día.
Ámsterdam (Países Bajos)
Ámsterdam tiene 858 km de carriles bici, lo que supone 0,99 metros por habitante. La capital de los Países Bajos es una ciudad donde hay cuatro veces más bicicletas que coches y casi el 60% de los ciudadanos se desplaza a pedales.
Es tan extendido el uso de este sistema de transporte que, para llegar al colegio, algunos niños no tienen autobús, pero sí un carril bici que los lleve hasta allí.
Con el tiempo y los altos impuestos y pequeños impedimentos, los ciudadanos dejaron de ver el coche como una necesidad y la bicicleta se ha hecho con las calles.
Estocolmo (Suecia)
Aunque no presenta las condiciones o esté preparada para sus habitantes, tiene 913 km de carriles bici atraviesan la ciudad, en muchos casos, separados del tráfico de vehículos a motor.
Hoy para ingresar a la ciudad con los coches, tienes que pagar, por lo que este medio de transporte ecológico ha ganado mucho peso.
En la capital existe un servicio de bicicletas públicas que puede usarse entre abril y octubre, y los parkings son infraestructuras habituales a lo largo de la ciudad.
Más aún que en Suecia se vivirá el verano, es bueno aprovechar esta oportunidad y respirar aire libre.
Helsinki (Finlandia)
Helsinki tiene un total de 1.301 km de sendas ciclistas que recorren parques, zonas industriales, vecindarios e incluso islas. Así como algunas de las rutas más bonitas de Helsinki que pasan por su gran Central Park y se dirigen a las islas Lehtisaari y Kaskisaari, en la zona oeste, o bordeando el río Vantaa.
Hace nueve años se inauguró el Baana, un nuevo carrl bici construido sobre una antigua vía ferroviaria de carga que conectaba el barrio residencial de Ruoholahti con la zona de Töölö Bay. Helsinki promueve el uso de este método de transporte entre turistas con sistemas de préstamo o alquiler en los hoteles de la ciudad.