Cusco, una ciudad mágica que alberga consigo cultura e historia. Miles y miles de viajeros vinen a visitar esta bella ciudad para poder tener enate sus ojos ya sea Machu Picchu, Montaña de Colores o Laguna Humantay. Sin embargo, aquí en Thinking Tourism, te contamos las mejores actividades que puedes hacer en Cusco ciudad, sin la necesidad de que salgas de a las afueras, puedes hacer turismo.
Visitar el chocomuseo
El Chocomuseo ofrece la actividad ideal para hacer con niños en Cusco: un taller (2h) para crear tu propia paleta de chocolate. Comienza con una introducción al cacao y luego creas tu paleta desde el grano de cacao hasta el moldeado, con varios ingredientes que ponen a tu disposición.
También te ofrecen probar varios productos, licores, mermeladas, etc. de forma gratuita.
Pasear por el barrio de San Blas
San Blas es el barrio más encantador de Cusco con sus pequeñas tiendas de artesanía, galerías de arte y cafés escondidos en casitas blancas con puertas azules.
Puedes visitar la Plazoleta San Blas y hacer una visita al Museo Taller del escultor Hilario Mendívil, uno de los artesanos peruanos más importantes del siglo XX.
Visitar el mercado de San Pedro
El mercado central de San Pedro es el mercado principal de Cusco, uno de los más pintorezcos de la ciudad.
Encontraras una gran variedad de patatas y quinoa, frutas y verduras, quesos, panes, flores, artesanías y hierbas utilizadas en la medicina tradicional.
Subir al Cristo Blanco de Cusco
Justo al lado de Sacsayhuaman se encuentra la estatua de Cristo Blanco, que ofrece una vista increíble y gratuita sobre Cusco.
El cristo blanco es una bella estatua blanca situada en el cerro Pukamoqo, donada por lso árabes palestinos que migraron a esta parte del Perú como un refugio después de la segunda guerra mundial. La apariencia de la efigie es muy similar al Cristo Redentor de Río de Janeiro en Brasil, así con los brazos extendidos en el aire.
Visitar la piedra de 12 ángulos
Entre los atractivos turísticos de Cusco se encuentra la Piedra de los 12 ángulos en la calle Hatun Rumiyoc.
Es un gran ejemplo de la ingeniería inca: unos muros muy gruesos con piedras tan perfectamente encajadas que, incluso sin el uso del cemento, siguen en pie hoy en día después de varios siglos.